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Ayuda a su personalidad

Redacción



Los padres, en teoría, están dispuestos a poner todo lo que esté en sus manos para ayudar a sus hijos. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de las veces actúan de forma contraria a la que sería conveniente para hacerlo realidad.

Los padres arbitrarios que amenazan a sus hijos forman personalidades agresivas y socialmente inadaptadas.

La familia autoritaria  y rígida, produce personalidades mediocres pero sin traumas.

La familia hiperproteccionista deja al niño desamparado ante la hostilidad ambiental dando lugar a personalidades sin capacidad para desenvolverse sólas en la vida

En las familias con padres mal avenidos o separados, los hijos son inseguros, inestables afectivos y sociales y están traumatizados.

La personalidad se comienza a configurar en los primeros años de la vida porque en ellos se reciben los gérmenes que luego van a desarrollar la personalidad de cada uno. Pero también es oportuno añadir que no se debe tener una visión fatalista y creer que, en esa edad, queda troquelada totalmente la futura personalidad de cada individuo, puesto que ésta se va formando a lo largo de la vida y cada persona tiene capacidad para labrarse su propia forma de ser, rectificando los posibles influjos negativos.

IMPORTANCIA DE LA NIÑEZ

Es cierto que los primeros años de la vida son importantes y que la familia es la que más contribuye a la determinación de la personalidad individual de cada uno de sus miembros.

Del tipo de estructura familiar en el que el niño viva, dependerá en un buen grado su personalidad futura. Nunca se puede generalizar porque todas las generalizaciones son erroneas, y ya hemos dicho antes que cualquier persona puede forjar su propia personalidad, pero el comportamiento de los padres y el ambiente familiar influyen poderosamente en la personalidad de los hijos. Así: La familia autoritaria rígida, produce normalmente personalidades mediocres pero sin traumas. Los padres arbitrarios que amenazan a sus hijos forman, en el 80% de los casos, personalidades agresivas y socialmente inadaptadas. La familia hiperproteccionista deja al niño desamparado ante la hostilidad ambiental dando lugar a personalidades sin capacidad para desenvolverse sólas en la vida. En las familias con padres mal avenidos o separados, los hijos son inseguros, inestables afectivos y sociales y están traumatizados.
ESTRUCTURA FAMILIAR IDEAL

¿Cual es la estructura ideal para que los hijos desarrollen una forma de ser valiosa?. En líneas generales podríamos decir que aquella que pone a sus miembros en las mejores condiciones para madurar como personas libres y responsables.. Y eso viene dado por las grandes metas a conseguir y por la forma de vivir los pequeños detalles de la vida cotidiana.

GRANDES METAS Y PEQUEÑOS DETALLES

Entre las grandes metas pueden señalarse la educación de los hijos en un concepto del mundo y de la vida, de acuerdo con las creencias e ideologías de los padres. Los niños enseguida se dan cuenta de la falta de autenticidad de sus padres, si predican una cosa y luego viven otra, pronto les perderán todo tipo de respeto.

Y entre los pequeños detalles se pueden citar, además de muchos otros, la organización del régimen familiar, la decoración de la casa, la forma de disfrutar el tiempo libre, la cooperación de todos en la buena marcha de la vida doméstica, el afecto paterno-filial y entre los hermanos..., cientos de cosas que van formando la fisonomía propia de la familia concretada en unos hábitos adquiridos. Cuantas más costumbres propias tenga una familia y cuanta más categoría humana alcancen las mismas, mayores lazos de cohesión se forman entre sus miembros y mejor pertrechado estará cada uno de sus miembros con esas ideas-fuerza que configuran una auténtica personalidad.

REFORZAR LAS CONDUCTAS POSITIVAS

En la formación de la personalidad de cada hijo interviene también algo hereditario: las dimensiones temperamentales con sus aspectos positivos y negativos. Los padres deben conocer estas características temperamentales para, a la hora de educar, ayudar a cada uno a que quiera reforzar los aspectos positivos de las mismas y eliminar los negativos puesto que la personalidad es un algo que tiene que "ir haciéndose" sobre una base con la que se nace.

El hombre es el único ser que existe en el mundo que es "como nace y como se hace". Durante la infancia y la juventud el "hacerse" adquiere la máxima importancia y a ello contribuye de manera fundamental la educación que se recibe.

Los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar su personalidad y hacerse a sí mismos procurando que no se guíen por los impulsos-respuesta a los estímulos de la moda, de la publicidad o de la propaganda; sino llevándoles a que se rijan por la voluntad  inteligente y asesorada por quienes tienen autoridad para proponerles ideales de vida que valgan la pena.

Una persona que responde siempre a los impulsos primarios dificilmente consigue una personalidad,  ya que al dejarse llevar por las circunstancias, sin plantearse exigencias, sin poner esfuerzo, sin hacer un proyecto de vida,  no llega a madurar nunca.

Los padres que desean ayudar a sus hijos tendrán que aceptar lo que son y, partiendo de esa base, planear lo que pueden llegar a ser.

La familia educa la personalidad del niño y del joven ayudándoles a aumentar sus grados de apropiación intelectual, de lucidez, de racionalidad y de convivencia constructiva en sociedad.

ECOPRESS  AGENCIA DE PRENSA

FUENTE: http://www.inteligencia-emocional.org/aplicaciones_practicas/hijos_con_personalidad.htm