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Niños inquietos o con Déficit de Atención

Redacción



Cuando a un niño se le dificulta permanecer tranquilo, controlar su conducta o prestar atención, inmediatamente se cree que tiene déficit de atención.

Probablemente es un niño inquieto, pero no necesariamente significa que sufre del Trastorno Deficitario de la Atención e Hiperactividad (TDAH).Quien realmente presenta esta condición manifiesta tres tipos de conductas: inatención, hiperactividad e impulsividad.

Estas conductas, consideradas como los principales síntomas del TDAH, se presentan con una intensidad y frecuencia mayor a la esperada, y ocurren en más de una situación o contexto, ya sea en casa, la escuela o en eventos familiares o sociales donde se espera cierto autocontrol de la conducta.

"Es importante mencionar que no todos los niños que tienen problemas para estar tranquilos tienen problemas de atención o dificultad para controlar sus impulsos", señala el neurólogo pediatra Ricardo Arturo Sevilla Castillo.

"Son niños inquietos, pero no significa que tengan TDAH. Para considerar que tienen este trastorno, su forma de ser debe impedirles adaptarse a las diferentes situaciones y escenarios sociales donde se desenvuelven".

 

El TDAH es un problema neurológico que se manifiesta con síntomas de conducta anormales, y que suele aparecer durante la edad escolar.

Cuando adoptan esta postura, posponen la valoración, lo que retarda el tratamiento oportuno de los niños.

 

"Cuando los papás identifican que a su hijo le cuesta respetar los límites deben poner atención a su caso y no considerarlo como un problema de indisciplina, porque el TDAH evoluciona y mientras más tiempo pase sin atención pueden sumarse trastornos secundarios como ansiedad o depresión".

Según la prevalencia de los síntomas, el déficit de atención tiene tres tipos de predominio: inatención, cuando el niño se distrae con facilidad y no puede mantenerse atento en una tarea o actividad; hiperactivo/impulsivo, cuando actúa sin pensar y se le dificulta permanecer tranquilo en ratos de ocio o al esperar turno; y combinado, cuando además de desatento e impulsivo, es demasiado activo.

Fuente: http://www.laopinion.com/vida-estilosalud/article/20130819/Ninos-inquietos-o-con-deficit-de-atencion-no-es-lo-mismo